Nuestro Rvdo. Obispo Ernesto Guerra Vicencio, junto al consejo directivo informan:
Ante la emergencia sanitaria que atraviesa Chile y el mundo, a raíz del riesgo de contagio de Corona Virus (COVID-9), y considerando que en nuestra Misión asisten tanto niños como adultos mayores a sus cultos, reuniones y actividades, los cuales son grupos con alto riesgo de contraer este virus, además de toda la congregación y sus comunidades, se resuelve y aconseja lo siguiente:
- Extremar y mantener las medidas de higiene tanto personal como en sus hogares.
- Limitar la circulación fuera de sus hogares a lo estrictamente necesario, y de a una persona, salvo que el gobierno decretara cuarentena total.
- Evitar el saludo de mano y/o beso, dado que constituye uno de los factores de riesgo más importante de transmisión del virus.
- Evitar el sobreabastecimiento de víveres y elementos de aseo, dado que limita con ello a que otras familias cuenten también con su stock. Dios nos ha instado a llenar nuestras despensas con conciencia, decoro y prudencia.
- Evite difundir en redes sociales información de la cual no tenga certeza de su procedencia y/o veracidad. Seamos agentes de paz, y no de división y de pánico.
Por lo anterior, se solicita a TODOS nuestros pastores y pastoras que suspendan toda reunión, culto y actividad programada, dado que ya ha sido decretada la fase 4 en el nivel de contagio, lo cual aumenta los riesgos, Y SE EXTREMAN las medidas de protección local y nacional.
Ante lo cual, nuestra Misión se adscribe totalmente a lo que se indique desde el Ministerio de Salud y Gobierno de Chile en esta materia. Ante cualquier duda, puede acceder al siguiente sitio web habilitado para este fin: https://www.minsal.cl/nuevo-coronavirus-2019-ncov/

Por último, y lo más importante para nuestra hermandad, es mantener la calma y confianza en el Señor. Este tiempo es útil para reforzar y practicar los valores familiares que hemos aprendido por años en nuestras congregaciones. Oremos juntos, meditemos en Su Palabra, y mantengámonos en unión y armonía, tanto entre nosotros como con nuestros vecinos. Es lo que espera Dios de nosotros.



